REFLEXIÓN SOBRE MATERIALES Y EL CONCEPTO PASSIVHAUS

Los materiales aislantes se usan para mantener el confort térmico en los edificios, ayudando a reducir el elevado consumo energético. Se trata de evitar las pérdidas de calor o frío no deseadas, mantener el nivel de confort y ahorrar energía.

La energía se pierde normalmente a través de los huecos, o de los propios materiales. En cuanto a ésto, tenemos una cara exterior del edificio que debe tener un buen aislamiento, tenemos una cara interior, en idéntica situación, y tenemos normalmente una cámara de aire entre  ambas caras, donde poder situar una barrera aislante, por no hablar de puertas y ventanas cuyas prestaciones deberemos tener en cuenta. 

A todo ello, añadir que existe una normativa que está cambiando, y que, por ejemplo, busca un objetivo en el 2020 en cuanto a promover la construcción de "edificios de consumo de energía casi nulo".

Lógicamente,la zona donde nos ubiquemos es muy importante,..no es lo mismo a nivel climático Canarias que Burgos,... la orientación de la vivienda también es importante, así como el diseño, donde ubicar las ventanas, o sea que debemos proyectar nuestra casa dando la importancia que tienen estos factores.

Hablemos ahora del Sistema Passivhaus. Es el responsable de que las casas  consuman un 85% menos de energía en climatización, con el consiguiente ahorro económico y para el planeta. Se trata de viviendas en las que la demanda total de energía, incluyendo los aparatos eléctricos necesarios para la vida diaria, es de 120 kWh/ m2 y año.

Los requisitos que exige una certificación passivhaus son los siguientes:

- Tener una demanda de calefacción menor de 15 kWh / m2 y año.

- Presentar una demanda de refrigeración menor de 15 kWh / m2 y año.

- Tener una demanda de energía primaria, que afecta a calefacción, agua caliente y electricidad, menor de 120 kWh/ m2 y año.

- Que la estanqueidad del hogar sea menor de 0,6 renovaciones de aire por hora.

- Que la refrigeración total sea menor de 10 W/ m2

La certificación Passivhaus anticipa la normativa europea de construcción de la próxima década, además de ofrecer una garantía de confianza a los promotores interesados en lograr edificios provistos de altas prestaciones térmicas y energéticas.

Este estandar se ha puesto en pocos años a la cabeza de la referencia internacional de edificios de bajo consumo energético y es una opción responsable, cómoda y sostenible para mejorar nuestra vida y la de las próximas generaciones en el planeta.

Otras consideraciones igualmente importantes en la elección de materiales serían el coste energético para su fabricación, el coste energético para su transporte, la reciclabilidad, la combustibilidad, la porosidad, la resistencia frente al ataque químico, o frente al ataque biológico (plagas), y desde luego la resistencia a la compresión, ya que hablamos de estructuras que deben soportar esfuerzos.

Son muchos factores, y no existe un material que sea el mejor en todo, por lo que deberemos evaluar nosotros que solución adoptar, priorizando unos valores sobre otros, por lo que debemos tener claro que las soluciones ideales podrán ser distintas en lugares distintos y situaciones distintas. Aún así, es evidente la importancia de una buena selección.